El origen de la bodega se remonta al siglo XVIII. Aunque la tradición vitivinícola es anterior, es en 1760 cuando nuestros antecesores la conciben como negocio.

La gran riqueza de nuestra bodega es el legado de nuestros antepasados: la tierra y los clones más idóneos, cuya selección ellos realizaron con el paso del tiempo.
En el último tercio del siglo XIX el tataranieto del fundador llevó a cabo una reforma de la bodega. Las cubas se renovaron y las instalaciones se actualizaron a las exigencias de los nuevos tiempos.